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sábado, 22 de octubre de 2011


El Espíritu EMPRENDEDOR: Mitos y realidades

Reza un dicho popular que la suerte es la estimación que tiene un perezoso sobre el éxito de un hombre trabajador. La suerte no es más que una Oportunidad bien aprovechada que requiere que se presente el chance, pero el individuo debe estar preparado para explotarla. No en vano decía Pablo Picasso: "La inspiración llega, pero tiene que encontrarte trabajando".
En términos sencillos, el que busca, encuentra, y nosotros nos formamos nueve de cada diez oportunidades que se nos presentan. De la misma forma en que un jugador de baloncesto se acerca a la canasta buscando un rebote del balón, los emprendedores deben acercarse al mundo empresarial con la intención darse un espacio en el mercado. Por supuesto que, como en nuestro ejemplo analógico, pueden haber gigantes que busquen arrebatarnos el balón, pero aunque perdamos esa oportunidad, más adelante en el juego se nos presentarán otras. Difícil es que la caiga el balón a un espectador del público, quien se mantiene alejado de la acción.
La premisa detrás de este concepto es simple y bastante conocida: el que no arriesga no gana. Sin embargo, no es fácil ganar, y en la mayoría de los casos este privilegio está reservado sólo a los más constantes y luchadores. Por ejemplo, el dibujante Walt Disney tuvo que aguantar todos los obstáculos que le impuso su padre para cumplir su sueño de hacer un personaje de dibujos animados: El Conejo Oswald. Sin embargo, la compañía para quien realizó el trabajo le robó la idea, y utilizó el personaje para su propio provecho.
Disney perdió el balón en este caso ante un gran gigante, y estuvo a punto de retirarse del juego. ¿Qué podía hacer él ante las grandes compañías distribuidoras de cine? Luego de un tiempo reflexionó y, animado por sus amigos, decidió crear una pequeña compañía para hacer un dibujo animado sobre un personaje navegando por una balsa río abajo. Sin los derechos de autor sobre Oswald, Disney tuvo que crear otro personaje, al cual llamó El Ratón Mickey. El resto es historia por todos conocida.
Muchos podrían decir que Disney debe su éxito a su talento, y claro que están en lo cierto. Sin embargo, hay muchos otros que han llegado igual de lejos sin ser virtuosos en ningún área en especial. Un caso es el de Konousuke Matsushita, quien apenas cursó hasta 4° grado de primaria, pero creció para fundar una de las compañías de electrodomésticos más importantes del mundo: Matsushita Electric.
Thomas Wolf alguna vez dijo: "Si un hombre tiene talento y no lo usa, ha fracasado; si tiene varios talentos y usa sólo una parte, ha fracasado parcialmente; si sólo tiene un talento y le saca provecho, gloriosamente ha triunfado, y tendrá una satisfacción que muy pocos conocen " .
Esperamos que después de esta lectura dejes de creer en esos mitos de "suerte" y "talento" y empieces a conocer la realidad de las verdaderas cualidades que debes para triunfar en el mundo empresarial: Preparación y Oportunidad. Sin embargo, hay algo que debes tener para que logres compaginar tu preparación con las oportunidades que se te presenten, y eso se llama estrategia. En esto ahondaremos en una próxima entrega.

LIDERE el clima laboral

La convivencia diaria en cualquier organización origina un clima laboral que no siempre es el más positivo debido a las dificultades que origina el trabajo de la propia empresa como por ejemplo la presión para entregar determinada trabajo en un lapso corto de tiempo.
Es por ello que se debe tomar en cuenta las relaciones que se forman entre los trabajadores y los superiores, por lo que detallamos una serie de consejos que pueden no solo ayudar a evitar problemas sino a mejorar el correcto funcionamiento de la empresa:
1. Sobre las sugerencias
¿Alguna vez le pidió a un trabajador sugerencias para solucionar algún problema? Aunque piense que no necesite las ideas de otras personas, vale la pena pedirlas de vez en cuando.
Interrogantes:
Cuando se encuentre ante un problema, ¿Acostumbra pedir ideas a los demás?
¿Considera siempre las ideas de los trabajadores, aun cuando no sean prácticas?
¿Fomenta las sugerencias, particularmente las buenas, de su equipo de trabajadores?
¡Pida sugerencias! ¡Haga que su gente piense como usted!
2. Sobre la iniciativa
A todos les gusta tener personal a su cargo con iniciativa propia, trabajadores que hagan lo que tienen que hacer sin esperar que se le pidan. De esta forma facilitan la labor del supervisor, lo que redunda en la obtención de mejores resultados.
Interrogantes
¿Da crédito a los trabajadores que plantean ideas buenas?
¿Acepta siempre comentarios y sugerencias?
¿Se esfuerza por elogiar a quienes tratan de hacer algo por iniciativa propia?
Si desea la iniciativa, demuestre que sabe apreciarla.
3. Sobre la crítica constructiva
Algunas veces, los supervisores tienen que criticar a las personas que trabajan con ellos. A fin de cuentas, ellos son responsables de cerciorarse de que los trabajadores se realicen correctamente.
Interrogantes:
¿Suele elogiar a las personas tanto como las critica?
Cuando tiene que criticar ¿Discute siempre cada vez que impulsa a sus trabajadores a mejorar su desempeño?
¿Es demasiado crítico y suele encontrar fallas en cuestiones que en realidad no tienen importancia?
4. Sobre las instrucciones
Los errores siempre cuestan dinero, perjudican la calidad del producto o servicio y alejan a los clientes. La labor del supervisor se dirige en gran parte a evitar los errores.
Interrogantes:
¿Cree que sus instrucciones siempre son claras?
¿Está seguro de que sus trabajadores las entienden?
Nunca suponga que los trabajadores entienden bien sus instrucciones. Compruebe que es así realmente.
5. De las ideas nuevas
Todas las empresas necesitan nuevas ideas para mejorar sus operaciones, reducir sus gastos y mantenerse competitiva. Las innovaciones suelen ser bien acogidas, pero no siempre es así.
Interrogantes:
¿Suele tomar en consideración los sentimientos de los demás antes de implantar una idea nueva?
Cuando una idea es rechazada, ¿Se mantiene optimista e intenta de nuevo?
Cuando presente ideas nuevas sea diplomático.
6. Sobre el estado de animo
Piense en una situación ideal en la que marcha bien, los trabajadores están alegres y dispuestos a colaborar, todo se encuentra perfectamente y no hay problemas con nadie.
Interrogantes:
¿Está consciente del efecto que su estado de ánimo puede causar en el desarrollo del trabajo?
Cuando esta malhumorado, ¿Puede aceptarlo ante los demás?
Su estado de ánimo afecta la tranquilidad y las acciones de los demás.
7. Sobre el ejemplo
Generalmente, los trabajadores admiran a su jefe y siguen su ejemplo. La gente suele cumplir sus tareas como las hace el supervisor. Gústele o no, los supervisores siempre son el centro de la atención.
Interrogantes:
Qué tipo de ejemplos da usted respecto a:
¿Su entusiasmo?
¿Su empeño personal?
¿La puntualidad?
¿Seguir la política de la empresa?
¡De un buen ejemplo!¡Contagie lo mejor de usted a los demás!
8. Sobre los problemas personales
Uno siempre debe hablar con alguien acerca de sus problemas, incluso los trabajadores. ¿Alguna vez le pidieron que les diera consejos? Tenga en cuenta que la manera como usted reacciona es muy importante y puede influir mucho sobre lo que sienten los demás.
Interrogantes:
¿Cree usted que sus trabajadores sienten confianza al hablar acerca de sus problemas?
¿Los escucha sin reaccionar de mala manera ni apresurar a la persona?
¿Los ayuda a encontrar las soluciones?
Escuche a sus trabajadores cuando quieran hablarle de sus problemas personales y no les de consejos ligeramente.
9. Sobre la toma de decisiones
Una de las maneras medidas para juzgar el desempeño de un supervisor es su capacidad de adoptar decisiones. Los supervisores que salen adelante suelen tomar la correcta.
Interrogantes:
¿Con que frecuencia adopta una decisión acertada?
¿Con que frecuencia toma una decisión equivocada?
¿Toma a veces decisiones precipitadas y luego se arrepiente?
Las decisiones tomadas precipitadamente no son tan buenas como las que se consideran con detenimiento.
10. Sobre la comunicación
Todas las compañías usan informes computarizados para ayudar a los supervisores. No obstante, los supervisores con experiencia también escuchan la información verbal de sus trabajadores, pues es una buena forma de saber lo que está ocurriendo realmente.
Interrogantes:
¿Alguna vez ha perdido los estribos porque sus trabajadores acudieron a usted debido a problemas sin importancia?
¿Lo han buscado alguna vez por problemas importantes?
Los buenos supervisores aprovechan los ojos y oídos de los trabajadores.
11. Sobre la delegación de autoridades
Cuando su jefe le encomiende alguna labor, es de esperar que los trabajadores a su cargo respeten esta decisión. Pero ¿Cómo se sentiría si alguien que trabaja con usted fuera a consultar un problema con su jefe, sin antes haber hablado con usted al respecto? ¿Furioso o seguro que si mismo?
Interrogantes
¿Pasa usted a veces por encima de los trabajadores a los que asigno alguna responsabilidad?
¿Trata de animar a los trabajadores a los que asigno alguna tarea a realizarla sin que usted interfiera?
El trabajador encargado de una labor necesita el apoyo del jefe. ¡Apóyelo si usted es su jefe!
12. Sobre la cooperación
Algunas personas al volverse supervisores, sienten un gran alivio y lo toman con calma. Piensan que trabajaron duro para ganarse su nuevo puesto y que ahora merecen relajarse.
Interrogantes:
¿Les dice siempre a los trabajadores que están a su cargo cuando aprecia su cooperación?
¿Se le olvida a veces pedir a su personal que realice determinado trabajo y simplemente lo ordena?
¿Se esfuerza siempre por explicar a su personal por que es necesario hacer un trabajo?
Nadie obtiene cooperación exigiéndola.
13. Sobre el interés personal
Naturalmente, los supervisores se preocupan por los trabajadores a su cargo, pero algunos no los toman en cuenta como personas que tienen sus propios problemas e intereses. En muchos casos olvidan sus nombres, lo cual es un error porque eso afecta el trato interpersonal.
Interrogantes:
¿Cómo se siente usted cuando a alguien con quien trabaja se le olvida su nombre?
¿Se esfuerza usted por hablar con sus trabajadores sobre los asuntos que les interesan a ellos?
¿Escucha con interés cuando sus empleados le cuentan sus problemas familiares?
Muestre confianza en sus trabajadores y en sus habilidades. Los buenos supervisores se preocupan por las personas que están a su cargo.
14. Sobre el buen humor
Todo supervisor necesita tener buen sentido del humor, pues es una actitud que hace la vida más fácil a todos.
Interrogantes:
Cuando las cosas van mal:
¿Trata siempre de ver el lado bueno?
¿Trata de afrontarlas con un poco de buen humor?
¿Toma los problemas demasiado en serio?
El buen sentido del humor puede hacer que cualquier carga parezca más ligera.